lunes, 4 de mayo de 2009

La mente que ha sanado no planifica

Ésto es un recordatorio para mí, que me lleva estar en paz. No necesito hacer planes. Sólo seguir instrucciones. Escucho y se que se me va a decir a dónde tengo que ir, qué tengo que hacer, qué he de decir y a quién. Acepto que no estoy aquí para realizar un sueño, sino para cumplir una función, y me dejo guiar. En algunos momentos, parezco olvidarme de quién soy y qué estoy haciendo aquí. No importa. Lo que quiero es recordar Quién soy, y ese recuerdo viene a mí, a través de situaciones o encuentros tan sorprendentes que inmediatamente reconozco que hay algo que va más allá de mí. Así funciona este Plan. Así está ocurriendo para mí ahora. Y estoy tranquila, porque sé que Quien soy no va a poder cambiar, aunque yo lo olvide por instantes. Dejo que mi mente sea guiada, dejo a un lado mis preocupaciones, y me centro en que mi mente sea sanada de toda ilusión que yo mantengo acerca de mí. Y doy gracias. Entro en un estado de Gratitud total. Me encanta poder decir con toda seguridad y confianza que más allá de lo que creas que está pasando, hay un Plan, y tú estás dentro de ese Plan, cumpliendo tu papel a la perfección. Y vas a ser totalmente feliz cuando aceptes esta idea y dejes de preocuparte y verte limitado. Puedes aceptarlo ahora. Se te ha dado todo, en tu mente está todo el poder. Eso está garantizado simplemente por Ser Quien eres.

La mente que ha sanado no planifica. Simplemente lleva a cabo los planes
que recibe al escuchar a una Sabiduría que no es la suya.
Espera hasta que se le indica lo que tiene que hacer, y luego procede a hacerlo.
No depende de sí misma para nada, aunque confía en su capacidad para
llevar a cabo los planes que se le asignan. Descansa serena
en la certeza
de que ningún obstáculo puede impedir su avance hacia el logro
de cualquier objetivo
que sirva al gran plan que se diseñó para el bien de todos.

UCDM. Lecc. 135






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