Escuché en silencio por un rato, disfrutando de esta música y el tiempo desapareció. Y el espacio también. Cuando disfrutas de algo completamente, el tiempo y el espacio no existen. Desaparecen. Y no estás aquí. Ni allí...No hay palabras, ni formas...No hay nada determinado. Entras en el reino de la eternidad. Y de repente, vuelves aquí. ¿Porqué? Porque tú lo decides. Vale. Pues vuelvo a decidir entrar en el reino de lo eterno.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Gracias por esta música del Paraiso. Te amo por llevarme al Cielo contigo. Gracias.
Paz
Publicar un comentario