Sin defensa

Hoy he tenido un recuerdo de ti. Una memoria que aunque lejana, parece estar ocurriendo ahora. He podido verte y darme cuenta de que te conozco. Perfectamente. He visto que por encima de todo quieres ser feliz...me lo decías bien claro. Mi objetivo no es diferente del tuyo, así que ya no tengo ninguna razon por la que defenderme de ti. Tampoco tengo porqué atacarte. Estamos en el mismo bando. No tengo que luchar contigo, tampoco inventarme diferentes objetivos. Ése es el unico. Y donde hay una sola cosa, no hay confusión. Hay paz. Quiero unicamente ser feliz. No me opongo a ti. He reconocido que nuestro objetivo no nos separa, nos une. Así que abandoné mi defensa, dejé a un lado mis armas, mis pensamientos de ataque y me alcé...por encima del campo de batalla. Y pude verte, a mi lado, sonriendo, tú te alzabas junto conmigo. Y firmamos la Paz. Y la lucha terminó. Desapareció. Y ahora, veo mi entrada de ayer, y sonrío. Esto no es más que una continuación en esta secuencia de tres días. Empezó con Fats Waller. Y termina hoy, con Paz. Gracias Fats. Gracias Paz. Gracias.